1 may 2019

Cabaret Barbarie, el fanzine como ente.


Cuando encontramos algo nuevo, animal, planta o cosa, la propia novedad genera cierta curiosidad. Para conocerla, nos aproximamos con cierta prudencia, manteniendo las distancias. Luego, además del aspecto, interesa ver cómo se comporta dicha cosa. Pues, esto mismo aplicado al fanzine Cabaret Barbarie es lo primero que me brota decir. Y, es que aún no he hablado de esta creatura pese a haberla mostrado en varias entradas. Por supuesto que tenía unas ideas y llevé un tiempo gestándolo. Necesitaba tener la creatividad sin límite, sin pensar en el coste de recursos y tiempo que llevaría la edición. El que mis manos trabajaran con total libertad. Total, que me sale un fanzine, como podría salirme un lunar sospechoso, y lo extirpo. Tenía unas hipótesis de partida y las expresé, que no es más que “sacar afuera”.  Las ideas son productos tecnológicos sostenidos, como todo, por la materia, necesitando de ella en todo momento, como mínimo para sus representaciones mentales. Un mapa es un conjunto de ideas, no solo geográficas, que de lo mental pasa a representarse al papel para que pueda servir de orientación en el espacio, y será descifrable para el sujeto al que esté dirigido. Al finalizar la edición del fanzine lo imprimí por primera vez y al verlo, aunque reconociera todo el trabajo, lo sentí ajeno. Fue como una escisión mental, parecía que tenía carácter propio, como un ente expulsado por exorcismo, autómata que se echa a andar. Por eso no lo firmé, solo figuraba la dirección de este blog y la fecha de la edición, el 24 de febrero de 2019. Cuestión que resolví por asuntos relacionados con el Depósito y el ISSN, digamos por imperativo legal. 
Y, hasta aquí, paro de escribir, porque ya hablaré de este primer número en más entradas.
El nº1 puede consultarse en ISSUU desde aquí: Cabaret Barbarie nº1